Julián Gil, reconocido actor y presentador, enfrenta una profunda tristeza al pasar otra Navidad sin la compañía de su hijo Matías, fruto de su relación con Marjorie de Sousa.Desde hace ocho años, Gil no ha podido compartir estas fechas tan significativas con su pequeño, lo que ha generado en él sentimientos de impotencia y frustración.
MIRA EL VIDEO DE JULIAN GIL CONTANDO SU DOLOR POR PASAR OTRA NAVIDAD LEJOS DE SU HIJO MATIAS AL FINAL DEL CONTENIDO
En declaraciones recientes, Julián expresó el dolor que siente al estar alejado de su hijo durante las festividades navideñas.
«No hay nada más doloroso que no poder estar con tu hijo, sobre todo cuando sabes que lo que más necesita es la presencia de su padre», afirmó el actor.
A pesar de la distancia y las dificultades legales que han impedido su convivencia con Matías, Gil mantiene viva la esperanza de reencontrarse con él.
«Es un sentimiento de impotencia, de frustración, pero también de esperanza. Espero que algún día podamos reencontrarnos y que todo esto termine», compartió con los medios.
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El actor ha manifestado su disposición a aceptar cualquier condición que Marjorie de Sousa, madre de Matías, imponga para facilitar el reencuentro con su hijo.
«Estoy listo, inclusive la última vez que me encontraron dije: ‘La emplazo’, y la vuelvo a emplazar. Que ponga ella la condición que quiera, la que sea, que me diga cuál es la condición», declaró Julián, mostrando su determinación por restablecer el vínculo paternal.
A pesar de la ausencia física, Gil ha incluido a Matías en su testamento, asegurando que su hijo tiene los mismos derechos que sus otros descendientes.
«Si el día de mañana, Dios no lo quiera, yo muero, el público se va a encargar de que Mati sepa del testamento en donde le estoy dejando cosas a mis dos hijos, y él hasta los 18 años tiene derecho igual que ellos…», explicó el actor, reafirmando su compromiso y amor incondicional hacia Matías.
La situación entre Julián Gil y Marjorie de Sousa ha sido objeto de atención mediática durante años, con disputas legales que han dificultado la relación entre padre e hijo.
A pesar de los desafíos, Gil continúa abogando por una resolución que permita el bienestar de Matías y la posibilidad de compartir momentos significativos en el futuro.
En este contexto, Julián Gil se muestra resiliente y esperanzado, confiando en que el tiempo y la voluntad de las partes involucradas permitirán que, en próximas Navidades, pueda celebrar junto a su hijo Matías, fortaleciendo el lazo paternal que tanto anhela recuperar.
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