Era una mañana tranquila en Glendale, con el cielo despejado y azul, y la acera frente a la cafetería local bullía de madrugadores que saboreaban sus bebidas. Entre ellos se sentaba Michael Carter, un hombre ciego que se había convertido en un rostro familiar en la cafetería, siempre acompañado por Zeus, su fiel pastor alemán. Zeus no era solo un perro guía; había sido un oficial canino altamente entrenado. Ya jubilado, dedicó su vida a proteger a Michael, ofreciéndole guía y compañía incondicional.

Michael disfrutaba tranquilamente de su café, sin percatarse de que la tranquilidad estaba a punto de ser interrumpida. De repente, tres motocicletas irrumpieron en el aparcamiento, con sus ruidosos motores rompiendo la calma de la mañana. Los motociclistas, ataviados con chaquetas de cuero con parches intimidantes, entraron pavoneándose en la cafetería; su presencia cambió de inmediato el ambiente. Zeus se tensó instintivamente, presentiendo el peligro potencial.

Chuck, el aparente líder de los motociclistas, notó enseguida la presencia de Zeus y Michael. Acercándose con forzada naturalidad, comentó en voz alta: «¡Menudo perro tienes!», provocando algunas risas incómodas de sus amigos. Zeus se mantuvo alerta, con la mirada fija en Chuck.

“¿Está todo bien?” preguntó Michael suavemente, sintiendo la creciente tensión de Zeus.

Chuck ignoró la pregunta y optó por tentar a la suerte. Con gestos exagerados, se acercó a Zeus en broma, intentando tocarle la cara. Zeus respondió al instante, retrocediendo con un profundo gruñido de advertencia, con los ojos encendidos.

Michael intentó calmar a Zeus, ajeno a las provocaciones de Chuck. “Lo siento si te sobresaltó”, se disculpó Michael con voz suave pero insegura.

Los amigos de Chuck se burlaban de él, riendo y burlándose, aumentando la vergüenza y la ira del motociclista. Decidido a imponer su dominio, Chuck impulsivamente pateó una silla cercana hacia Zeus. El pastor alemán, con reflejos impecables, la esquivó rápidamente, emitiendo un gruñido más fuerte y amenazante. La escena provocó murmullos de ansiedad entre la multitud, muchos de los cuales grabaron el tenso momento.

La ansiedad de Michael aumentó. “¿Qué pasa?”, preguntó en voz alta, con un ligero temblor. Zeus permaneció frente a él, protector, firme.

Una mujer cercana intervino con valentía, gritando: “¡Deja al perro en paz!”. Pero Chuck, impulsado por el orgullo y la presión de grupo, siguió acercándose, amenazando a Michael. Los instintos de Zeus se activaron por completo; se mantuvo firme, mostrando ligeramente los dientes, claramente preparado para defenderse.

Chuck dio un último paso imprudente hacia adelante, intentando apartar a Michael de un empujón. Zeus reaccionó al instante, colocándose justo entre Chuck y Michael, y profirió un ladrido fuerte y autoritario que resonó con fuerza. Chuck retrocedió de inmediato, sorprendido por la férrea defensa del perro.

Al darse cuenta de la gravedad de la situación, Michael se mantuvo firme, sujetando la correa de Zeus. “Creo que es mejor que te vayas ya”, dijo con claridad, con voz serena pero autoritaria. Chuck dudó, miró a la multitud que lo desaprobaba y se retiró en silencio con sus compañeros.

Al regresar a casa, Michael sintió la tensión persistente, percibiendo la constante vigilancia de Zeus. Esa noche, mientras Michael buscaba la paz, Zeus permaneció vigilante, observando cada movimiento y sonido del exterior. Michael confiaba en los instintos de Zeus, sabiendo que no era solo una mascota, sino un guardián entrenado para percibir el peligro que otros no podían.

A altas horas de la noche, Chuck regresó inesperadamente, rondando el apartamento de Michael de forma amenazante. Zeus alertó de inmediato a Michael, quien contactó rápidamente con la policía. Los agentes llegaron rápidamente, pero Chuck ya había desaparecido, dejando solo huellas inquietantes alrededor de las ventanas.

Un oficial, al notar la inquebrantable vigilancia de Zeus, le aseguró a Michael: «Confía en el instinto de tu perro. Te protege por algo».

Tras la partida de los oficiales, Michael acarició suavemente a Zeus, sintiendo una profunda gratitud. «Estamos juntos en esto», susurró. Zeus lo miró con una profunda confianza mutua en sus ojos.

Esa noche, mientras Michael se sumía en un sueño intranquilo, Zeus lo acompañaba con celo; su lealtad era un poderoso testimonio de su inquebrantable vínculo. Michael sabía que, sin importar la amenaza, nunca estaba solo: Zeus no solo era su protector, sino su fiel compañero.

Precios de perros 2025: Aquí están las 20 razas más y menos costosas de adorables cachorros de pedigrí, desde Bulldog hasta Beagle 🐶

El precio de un perro depende mucho de la raza. | Canva/Getty Images

¿Cuanto cuesta ese perrito en la ventana?

Somos una nación de amantes de los perros, y aproximadamente uno de cada tres hogares incluye al menos un amigo de cuatro patas.

Son, con diferencia, la mascota más popular en el Reino Unido y son unos compañeros maravillosos que, al mismo tiempo, mejoran nuestra salud mental y física, y eso es un hecho científico.

El ejército de propietarios de perros continúa creciendo, con 221 razas diferentes de perros de pedigrí para elegir, junto con numerosos cruces.

Elegir la raza adecuada es absolutamente esencial: por ejemplo, optar por un perro pequeño si no tienes mucho espacio en casa o un perro hipoalergénico si sufres de alergias.

Incluso hay orientación académica que buscar, con el libro del psicólogo Stanley Coren ‘La inteligencia de los perros’, que clasifica las razas según sus instintos, su obediencia y su capacidad de adaptación.

También existe siempre la opción de adoptar un perro de un refugio para perros por una tarifa mínima, por ejemplo, de Dogs Trust.

Pero si quieres un perro de pedigrí (uno que sea de raza pura registrado en el Kennel Club), entonces tendrás que derrochar: la investigación de los expertos en mascotas de Pets4Homes muestra que el cachorro promedio en el Reino Unido ahora cuesta alrededor de £ 2,000, más del doble del precio promedio en 2019.

Pero algunas razas, debido a la demanda o la escasez, cuestan significativamente más que otras.

Aquí están las 20 razas de cachorros de pedigrí más caras y menos costosas.