Joaquín Sabina cumple 75 años y revela por qué teme mirar su pasado

“Hay personas que viven como si fueran novelas. Pero Joaquín Sabina —ese hombre de versos incendiarios, voz ronca y corazón herido— vivió como una canción inmortal: con pasión, rebeldía, lágrimas… y pecados.”

A los 75 años, cuando la mayoría de los artistas ya han dejado el escenario para disfrutar de una vejez tranquila, Joaquín Sabina ha decidido enfrentarse a su pasado. No con un nuevo disco ni con un discurso político, sino con una confesión dolorosa:
“No me atrevo a mirar hacia atrás. Porque tengo miedo… de lo que podría ver.”

Del niño de Úbeda al cantor del alma colectiva de España

Nacido el 12 de febrero de 1949 en el pequeño pueblo de Úbeda (provincia de Jaén), Joaquín Sabina creció en una familia conservadora bajo la dictadura de Franco. Su padre era inspector de policía, pero desde joven, Sabina mostró un espíritu difícil de domesticar.

Con solo 14 años, formó su primera banda, “Los Mary Youngs”, interpretando covers de Elvis Presley, Chuck Berry y Little Richard. Pero no fue solo su talento musical lo que lo convirtió en leyenda, sino también su valentía política. Durante sus años universitarios en Granada, se involucró en movimientos de oposición al régimen franquista.

El momento que cambió su vida ocurrió en 1970, cuando lanzó una bomba molotov contra una sucursal del Banco Bilbao en protesta por el juicio de Burgos. Este acto extremo lo obligó a exiliarse de su tierra natal.

Londres: donde nacieron sus canciones inmortales… y sus heridas que nunca sanaron

En Londres, Sabina vivió como refugiado político, ganándose la vida cantando en bares clandestinos y cafés. Allí conoció a figuras históricas, desde miembros del grupo ETA hasta George Harrison de The Beatles.

En una entrevista recordada, admitió:
“Tuve en mi casa a miembros del ETA en Londres y eran gente encantadora… que mataban disparando por la espalda, algo que en aquel momento nos hacía gracia. Nos equivocamos.”

Estas palabras, aunque polémicas, demuestran que Sabina no teme enfrentar su pasado más oscuro —algo poco común entre artistas de su generación.

Cuando la música trascendió fronteras políticas y poéticas

Tras la мυerte de Franco en 1977, Sabina regresó a España y rápidamente se convirtió en la voz de una generación que buscaba su propia identidad. Álbumes como Inventario (1978), Malas Compañías (1980) y 19 Días y 500 Noches (1999) marcaron la historia de la música hispanohablante.

Pero más allá de las ventas y los premios, lo que distinguió a Sabina fue su capacidad de fusionar emociones personales con mensajes sociales profundos, haciendo que cada canción fuera un manifiesto.

Un derrame cerebral, depresión y el silencio más largo de su carrera

En 2001, tras el lanzamiento de su álbum en vivo Nos Sobran los Motivos , Sabina desapareció del escenario. Un leve derrame cerebral lo sacudió físicamente, pero el daño más profundo fue mental: cayó en una depresión severa. Durante años, no actuó; solo escribió, pintó y reflexionó sobre su vida.
“Dejé la cocaína, dejé el tabaco… pero eso no me salvó. Solo pude salvarme enfrentándome a mí mismo.”

Su regreso en 2003 con Dímelo en la Calle marcó un renacer artístico, pero también mostró a un Sabina diferente: más maduro, más introspectivo, y quizás más vulnerable.

El anuncio del retiro – El fin de una era

En 2024, Joaquín Sabina anunció oficialmente su retiro después de una última gira en 2025. Para millones de fanáticos, es un adiós inevitable pero doloroso.

Durante una reciente entrevista, dijo:
“Mi vida ha sido escrita en notas musicales y gotas de alcohol. Ahora quiero tomar té y leer poesía… no cantar más.”

La razón por la cual no se atreve a mirar atrás

Pero quizás lo que más pesa en su alma no son los premios, conciertos o amores rotos —sino las decisiones que tomó siendo joven. En una rara entrevista televisada, confesó:
“Creía que estaba luchando por la libertad. Pero ahora entiendo que, a veces, apoyé la violencia. Las personas en las que creí no eran héroes… eran asesinos. Y yo ayudé a sostenerlos.”

Sabina no se disculpa. No busca perdón. Simplemente reconoce. Y tal vez sea esta honestidad lo que lo convierte en una leyenda no solo por su voz, sino por su coraje ante sí mismo.

Joaquín Sabina – Una leyenda imperfecta, pero profundamente humana

Lo recordamos como cantante, poeta, narrador. Pero por encima de todo, Joaquín Sabina es un hombre que se atrevió a vivir sin máscaras, a cometer errores, a repararlos —y finalmente, a admitirlos.