Los corridos tumbados desafían la censura en CDMX: así se viven “Los Guitarrazos” 🎸🔥

En medio de restricciones crecientes y prohibiciones oficiales, un evento musical en la Ciudad de México está causando sensación. Se trata de Los Guitarrazos, una fiesta clandestina que ha pasado, en menos de 15 ediciones, de ser una simple reunión de amigos a convertirse en un fenómeno masivo donde se celebran los polémicos corridos tumbados.

De lo prohibido a lo viral

En un bar de la colonia Roma, mientras la lluvia golpea el techo y el sonido de las guitarras retumba, un presentador lanza la frase que da inicio a la fiesta:

“¡Ya valimos verga, se armaron los guitarrazos!”

Lo que sigue es una explosión musical: requintos, tololoche, trompetas y aplausos del público, celulares al aire, influencers grabando, y una atmósfera de resistencia cultural que se respira nota a nota.

¿Por qué están prohibidos los corridos tumbados?

Las autoridades locales han impulsado restricciones contra canciones que hacen apología de la violencia, el crimen organizado o el narcotráfico. Lugares como Chihuahua, Jalisco y Michoacán ya han vetado este tipo de música en eventos públicos. En la CDMX, se busca evitar que estos temas se presenten en plazas o festivales organizados con recursos del gobierno.

Sin embargo, el debate es complejo. Mientras que algunos ven los corridos tumbados como una expresión cultural legítima, otros consideran que sus letras fomentan una visión distorsionada del poder y la violencia.

Una respuesta del pueblo: el auge de lo underground

Frente a las restricciones, los jóvenes organizadores de Los Guitarrazos han creado un espacio alternativo donde los artistas pueden tocar sin miedo. El evento ha atraído a músicos emergentes, veteranos del género e incluso celebridades del internet. Todos unidos por una sola causa: mantener vivo un movimiento que muchos sienten como suyo.

Uno de los organizadores comenta:

“Nos están quitando el micrófono en las calles, pero lo vamos a agarrar donde podamos. Esto no se acaba”.

Evolución del género: del narco al corazón

Ante el escrutinio, varios exponentes de corridos tumbados, como Natanael Cano o Peso Pluma, han empezado a modificar sus letras. El enfoque ahora gira más hacia el amor, la fiesta o experiencias personales. Esta transición ha permitido que el género mantenga su popularidad sin estar completamente en la mira de la censura.

¿Censura o protección?

Las autoridades insisten en que no se busca censurar, sino proteger a la juventud de mensajes nocivos. Aun así, muchos creen que estas medidas pueden ser contraproducentes, pues lo prohibido suele volverse aún más atractivo para el público joven.

Los Guitarrazos demuestran que la cultura no se puede detener con decretos. Cada nota que se toca es una declaración de independencia. Y mientras haya quienes quieran escuchar y quienes quieran cantar, los corridos tumbados seguirán sonando, prohibidos o no.