Vicente Fernández: El Rey que Definió el Machismo y el Desamor en México

El nombre de Vicente Fernández es sinónimo de la música ranchera y de la cultura mexicana. Para muchos, fue más que un ídolo: fue el reflejo del hombre mexicano trabajador, apasionado y orgulloso de sus raíces. Su мυerte, el pasado domingo a los 81 años, marcó el final de una era, pero su legado sigue vivo en cada rincón donde resuena una guitarra y se entona un “grito” con el corazón.

El Ídolo de México

Vicente Fernández, conocido cariñosamente como “Chente”, fue “El Rey” y “El Ídolo de México”. Desde sus humildes inicios en Jalisco hasta conquistar los escenarios más grandes del mundo, Fernández construyó una carrera que abarcó más de cinco décadas. Su voz potente y su presencia imponente en el escenario lo convirtieron en un símbolo nacional.

Su interpretación de “Volver, Volver” lo catapultó a la fama, pero fue con canciones como “Por Tu Maldito Amor” donde mostró su lado más vulnerable y humano. En cada verso, Chente supo transmitir la pasión y el dolor del amor perdido, convirtiendo sus canciones en himnos para varias generaciones.

Un Machismo a la Mexicana

La figura de Vicente Fernández representa un tipo de masculinidad que, aunque hoy es cuestionada por muchos, definió a varias generaciones. Vestido siempre de charro, con bigote impecable y actitud desafiante, Chente encarnaba al hombre fuerte, decidido y dispuesto a luchar por el amor de una mujer.

Este machismo, sin embargo, no era solo dureza. En sus canciones, el hombre también sufre, llora y se arrepiente. La dualidad entre la fortaleza y la vulnerabilidad fue parte esencial de su atractivo. Así como Pedro Infante y Jorge Negrete antes que él, Fernández llevó esa imagen del ranchero romántico y valiente tanto a la música como al cine, protagonizando más de 30 películas donde la pasión y el drama iban de la mano.

Una Voz que Traspasó Fronteras

La música de Vicente Fernández no conoce límites geográficos. Sus canciones son parte del repertorio obligado en cualquier fiesta mexicana, boda o reunión familiar, no solo en México sino en toda América Latina y las comunidades latinas en Estados Unidos. No hay celebración que termine sin que alguien, con copa en mano, cante “Por Tu Maldito Amor” o “El Rey” a todo pulmón.

Su influencia llegó incluso a la política. En México, fue un conocido simpatizante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y en Estados Unidos apoyó tanto a republicanos como a demócratas, llegando a componer un corrido para Hillary Clinton en 2016.

Controversias y Legado

A pesar de su popularidad, Vicente Fernández no estuvo exento de polémicas. En 2019, sus comentarios sobre un posible trasplante de hígado —rechazándolo por prejuicios hacia el donante— generaron críticas en redes sociales y abrieron el debate sobre el machismo y la homofobia en la cultura mexicana. Incluso su hijo, Vicente Fernández Jr., tuvo que aclarar que la música de su padre era para todos.

Sin embargo, nada de esto ha logrado opacar el amor del público por su música. Si bien su imagen de macho tradicional puede parecer anticuada para las nuevas generaciones, el sentimiento y la autenticidad de sus interpretaciones siguen conquistando corazones.

El Rey Vive en su Música

Quizá la mejor manera de entender el legado de Vicente Fernández sea a través de sus propias palabras en “El Rey”:
“Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley”.

Fernández no necesitó trono ni corona para ser el rey. Su música es el verdadero reinado, uno que permanece en la memoria colectiva de los mexicanos y de millones de personas en todo el mundo. Aunque su machismo pueda estar en debate, nadie puede negar que supo cantar al amor y al desamor como pocos.

Hoy, su voz sigue viva en cada fiesta, en cada brindis y en cada corazón que ha amado y sufrido. Vicente Fernández fue, es y será el rey.