Nico Ali Walsh: El Nieto de la Leyenda que Luchó por Esconder su Apellido… Hasta que Mike Tyson Reveló su Secreto

En el mundo del boxeo, pocos apellidos tienen el peso y el respeto que “Ali”. Sin embargo, para Nico Ali Walsh, nieto del legendario Muhammad Ali, ese mismo nombre fue un secreto que intentó mantener bajo llave durante sus primeros pasos en el ring. La historia de cómo Mike Tyson, sin querer, terminó revelando su identidad añade un giro inesperado a la vida de este joven púgil de 24 años que busca forjar su propio destino bajo la sombra de la grandeza.

Un Apellido que Pesa Más que los Guantes

Nico nació en una familia donde el boxeo es más que un deporte: es un legado. Su madre, Rasheda, es hija de Muhammad Ali, y su tía Laila Ali también fue campeona mundial. Pero, a pesar de la sangre de campeones corriendo por sus venas, sus padres no querían que Nico siguiera la tradición familiar. El deseo era protegerlo de las presiones y expectativas que conlleva ser un “Ali”.

Sin embargo, la pasión de Nico por el boxeo fue más fuerte. A los 14 años, con el apoyo de su abuelo, logró convencer a su familia para que le permitieran entrenar y competir. Pero había una condición: debía ocultar su famoso apellido. Así, en los primeros años de su carrera amateur, Nico se presentó simplemente como “Nico Walsh”.

El Secreto Mejor Guardado… Hasta que Apareció Tyson

“Por supuesto, dejé fuera el nombre. Incluso cuando tenía 15 años, mi nombre completo es Nico Ali Walsh, pero eliminé el Ali”, confesó Nico en una entrevista reciente. “Decía que mi nombre era Nico Walsh, pero de alguna manera se enteraron. Mis padres tampoco querían que usara el Ali”.

El secreto, sin embargo, no duró mucho. Según Nico, todo cambió alrededor de su tercera pelea amateur en Las Vegas. Fue entonces cuando Mike Tyson, amigo cercano de Muhammad Ali, se enteró de que el nieto de la leyenda estaba boxeando y decidió asistir. “Mike Tyson y su esposa Kiki le enviaron un mensaje a mi madre diciendo que querían venir a verme pelear. Así que Mike terminó asistiendo a mi pelea amateur. Éramos solo él, su grupo y mi familia, apenas siete u ocho personas en el público”, relata Nico.

La presencia de Tyson en un combate amateur tan pequeño levantó sospechas y, poco a poco, la verdad salió a la luz. “La versión incógnita de mí no duró mucho”, admite Nico con una sonrisa.

Un Blanco Fácil para las Expectativas y la Competencia

Desde que su identidad se hizo pública, Nico Ali Walsh ha sentido el peso de las expectativas y la presión de los rivales que buscan hacerse un nombre a su costa. “En los sparrings y entrenamientos, nunca es al cien por ciento. Pero cada vez que entreno con alguien fuera de mi círculo cercano, intentan noquearme. Todos quieren tumbarme en el gimnasio, y lo hacen también en las peleas”, explica Nico.

Este fenómeno no es ajeno a los hijos y nietos de leyendas deportivas, quienes deben demostrar constantemente que su talento es propio y no solo una herencia genética. Para Nico, cada combate es una oportunidad de honrar el legado de su abuelo, pero también de escribir su propia historia.

Una Carrera Profesional en Ascenso

A pesar de los desafíos, Nico Ali Walsh ha construido una carrera profesional respetable. Desde su debut en 2021 bajo la tutela del legendario promotor Bob Arum—quien también organizó algunos de los combates más icónicos de Muhammad Ali—Nico ha disputado 15 peleas profesionales, logrando 12 victorias, 2 derrotas y 1 sin decisión.

Hoy, con la experiencia de casi 30 combates amateurs y un nombre que ya no puede ni quiere ocultar, Nico sigue entrenando con la determinación de demostrar que, aunque el apellido Ali abre puertas, es el trabajo duro y la pasión lo que mantiene viva la llama de la grandeza.

El Futuro de un Ali en el Boxeo

El camino de Nico Ali Walsh está lleno de retos, pero también de oportunidades únicas. La atención mediática y la presión de los rivales son constantes, pero también lo es el apoyo de una familia que entiende mejor que nadie lo que significa ser parte de la historia del boxeo.

Mientras sigue sumando victorias y aprendiendo de cada caída, Nico tiene claro que su misión es honrar el legado de su abuelo, pero sobre todo, dejar su propia huella en el cuadrilátero. Como él mismo dice, “No importa el apellido, lo que cuenta es lo que haces cuando suena la campana”.