En el universo de la farándula, donde las luces nunca se apagan y los romances tienen más giros que una novela de horario estelar, hay historias que no se olvidan. Una de ellas tiene como protagonistas a Elizabeth Gutiérrez, William Levy y Jacky Bracamontes, quienes no solo compartieron escena, sino también parte de sus vidas fuera del set.

Todo se remonta a la época en que Levy y Bracamontes coincidieron en la telenovela Sortilegio. La química entre ellos se notaba incluso cuando las cámaras dejaban de grabar. Años más tarde, Jacky contó en su libro La pasarela de mi vida que hubo algo más que actuación: un romance en pleno rodaje.

Según ella, William le aseguró que ya no estaba con Elizabeth, quien en ese momento era su pareja y madre de su hijo mayor. Pero el cuento se terminó de golpe cuando Levy le confesó que Gutiérrez estaba embarazada… otra vez.

Elizabeth, por su parte, guardó silencio durante mucho tiempo. Pero finalmente rompió el hielo en una charla íntima con Erika de la Vega en el podcast En defensa propia.

Allí se desmarcó de cualquier especulación y fue clara: “No necesito amarrar a ningún hombre”. Y, como quien no quiere la cosa, dejó una frase que muchos entendieron como un dardo directo: “Yo tengo dos hijos… de la otra persona no sé cuántos. Así que, si hablamos de amarrar, que cada quien saque sus conclusiones”.

Como era de esperarse, la tensión volvió a encenderse. Bracamontes salió a decir que no tenía intención de atacar a nadie y que lo suyo ya estaba escrito. Y Levy, como suele hacer, optó por el silencio total.

Una historia que parece no tener final, y que nos recuerda que, detrás de los personajes de ficción, los sentimientos reales también dejan huella.