Jake Paul y Mike Tyson desatan polémica tras su aparición como “mejores amigos” en el baile inaugural de Trump

La noche del lunes 20 de enero quedará marcada en la memoria de los fanáticos del boxeo y del espectáculo estadounidense. Jake Paul y Mike Tyson, dos nombres que encendieron el mundo de los deportes el año pasado con su enfrentamiento en el ring, sorprendieron a todos al presentarse como “mejores amigos” durante el Starlight Ball, uno de los tres exclusivos bailes inaugurales del presidente Donald Trump.

De rivales a cómplices en una noche de gala

En un video que rápidamente se viralizó en Instagram, Jake Paul, de 28 años, fue captado levantando sobre sus hombros a Mike Tyson, de 58, mientras la multitud aplaudía y vitoreaba. Paul acompañó la publicación con un simple pero contundente mensaje: “Best friends” (Mejores amigos).

La escena contrastó radicalmente con la imagen de rivalidad que ambos habían proyectado meses atrás, cuando intercambiaron duras palabras en la previa de su esperado combate de noviembre. Aquella pelea, anunciada como “la pelea del siglo”, terminó de forma anticlimática, con Paul reteniéndose en el último asalto y rindiendo homenaje a Tyson en el cuadrilátero. Finalmente, los jueces declararon a Paul vencedor por decisión unánime.

La reacción de los fans: ¿todo fue un montaje?

La publicación de Paul no tardó en desatar una ola de comentarios y especulaciones entre los seguidores del boxeo. Muchos acusaron a ambos de haber engañado al público, fingiendo una enemistad que, según ellos, nunca existió realmente.

“Nos jugaron por millones”, escribió un usuario. Otro añadió: “Ni siquiera pagué, pero siento que de alguna forma igual nos robaron”. Algunos fueron más allá, sugiriendo que la pelea estuvo “arreglada” y que “todo fue falso”.

Las reacciones no se hicieron esperar también en otras redes sociales, donde la amistad pública de Paul y Tyson fue vista por algunos como una burla hacia los fanáticos que habían esperado un enfrentamiento genuino y competitivo.

Las respuestas oficiales: MVP niega cualquier manipulación

Ante la creciente polémica, la empresa de Jake Paul, Most Valuable Promotions (MVP), emitió un comunicado contundente negando cualquier tipo de manipulación o arreglo en la pelea. “Rigging a professional boxing match is a federal crime in the United States of America”, recordó MVP, subrayando que el combate fue sancionado por el Departamento de Licencias y Regulaciones de Texas (TDLR).

Según la declaración, “ambos boxeadores actuaron de buena fe y dieron lo mejor de sí con el objetivo de ganar. No existieron restricciones contractuales ni de ningún otro tipo. Cualquier acuerdo contrario violaría las normas del TDLR”.

La empresa reconoció que “las habladurías y la especulación son comunes en el deporte”, pero consideró que sugerir que los boxeadores no dieron el máximo esfuerzo “no solo es ingenuo, sino también un insulto al trabajo y dedicación de los atletas y al boxeo mismo”.

El show, la amistad y el negocio del boxeo

El episodio pone en relieve cómo el boxeo profesional, especialmente en la era de las redes sociales y los influencers, se ha convertido en un espectáculo donde los límites entre el deporte, el entretenimiento y el negocio son cada vez más difusos.

Jake Paul, que saltó a la fama como youtuber antes de convertirse en boxeador profesional, ha sabido capitalizar la atención mediática, generando millones de dólares y seguidores con cada pelea y cada publicación. Mike Tyson, leyenda viva del boxeo, ha encontrado en estas nuevas formas de promoción una vía para mantenerse vigente y conectar con nuevas generaciones.

Para muchos, la imagen de Paul levantando a Tyson en el baile de Trump es simplemente una muestra de camaradería y show business. Para otros, es la confirmación de que, en el boxeo moderno, la narrativa fuera del ring puede ser tan importante —o incluso más— que lo que sucede dentro de él.

¿Qué sigue para Paul y Tyson?

Aunque la polémica sigue encendida y los rumores sobre la autenticidad de su rivalidad persisten, tanto Jake Paul como Mike Tyson parecen estar disfrutando del momento. Lejos de las críticas, ambos han mostrado que, al final del día, el espectáculo y la amistad pueden ir de la mano, incluso en un deporte tan duro como el boxeo.

Lo que es seguro es que, con cada movimiento, ambos seguirán dando de qué hablar, manteniendo a sus seguidores —y detractores— atentos a sus próximos pasos, dentro y fuera del cuadrilátero.