“Baddest Man”: El libro que revela cómo la cultura callejera forjó a Mike Tyson, el fenómeno del boxeo mundial

La figura de Mike Tyson sigue siendo, décadas después de su apogeo, una de las más fascinantes y polémicas del deporte mundial. Ahora, el nuevo libro “Baddest Man: The Making of Mike Tyson” del periodista Mark Kriegel, publicado por Penguin Press, promete una mirada inédita y profunda sobre cómo la cultura de las calles y las circunstancias de su vida forjaron al hombre detrás del mito.

El libro, que ya está generando titulares y debates, retrata a Tyson no solo como el temido campeón de los pesos pesados, sino como un producto de su entorno: un joven marcado por la violencia, la pobreza y la constante tensión de sobrevivir en uno de los barrios más duros de Brooklyn, Brownsville.

Según Kriegel, la transformación de Tyson en “Iron Mike” no fue un accidente ni simplemente resultado de un talento natural para el boxeo. Fue, ante todo, una consecuencia de las condiciones sociales y culturales que lo rodearon desde niño. El libro relata episodios poco conocidos, como la alopecia que sufrió Tyson debido al estrés extremo de su carrera y su tumultuosa relación con Robin Givens, así como los incidentes violentos fuera del ring que marcaron su vida pública.

Una de las revelaciones más impactantes del libro es la compleja relación entre Tyson y la cultura de la calle. Aunque nunca fue un gánster, Tyson mantuvo una estrecha relación con figuras del mundo criminal de Nueva York, a quienes ayudaba económicamente y con quienes compartía códigos y lealtades. Esta cercanía, señala Kriegel, fue tanto una fuente de orgullo como de conflicto interno para el boxeador, que siempre sintió la necesidad de demostrar su autenticidad ante los ojos de su barrio natal.

El libro también explora la manera en que los promotores y manejadores de Tyson, en su mayoría hombres blancos, intentaron “blanquear” su imagen para hacerlo más comercializable. Desde anuncios para la policía de Nueva York hasta campañas antidrogas, Tyson fue presentado como un modelo de superación y civismo, aunque en su interior luchaba con la sensación de estar traicionando sus raíces.

Kriegel describe cómo, a pesar de convertirse en el campeón indiscutido de los pesos pesados a los 21 años, Tyson nunca pudo desprenderse del todo de Brownsville ni de la cultura que lo formó. Incluso en la cima de su fama, regresaba a su antiguo barrio, rodeado de admiradores y viejos amigos, en un intento de reconciliar el éxito global con su identidad local.

El libro también detalla el contexto social de la época, con la epidemia del crack asolando Nueva York y la cultura hip-hop emergente como banda sonora de una generación marcada por la violencia y la ambición. Tyson, según Kriegel, fue adoptado como un símbolo por la comunidad afroamericana y por los jóvenes de los barrios populares, convirtiéndose en un referente no solo deportivo, sino cultural.

“Baddest Man” no es solo la historia de un boxeador, sino un retrato de una época y de una sociedad en la que el éxito y la tragedia a menudo iban de la mano. El libro invita a reflexionar sobre la compleja relación entre el deporte, la fama, la raza y la cultura urbana en Estados Unidos, y sobre cómo figuras como Tyson encarnan tanto los sueños como las contradicciones de su tiempo.

En definitiva, el trabajo de Mark Kriegel ofrece una visión íntima y sin adornos de Mike Tyson, mostrando al hombre vulnerable detrás del campeón, y recordándonos que, más allá de los títulos y las polémicas, Tyson es, ante todo, un producto de las calles que lo vieron crecer.