Madre de Octavio Ocaña rompe el silencio: revela intento de suicidio y acusa a su esposo de violencia y manipulación

La familia del fallecido actor Octavio Ocaña, conocido por su papel de Benito en la exitosa serie “Vecinos”, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, su madre, Ana Lucía Ocaña, ha decidido romper el silencio y compartir con el público los difíciles episodios que ha vivido dentro de su matrimonio con Octavio Pérez, padre del actor. En una entrevista exclusiva para la revista TVyNovelas, Ana Lucía confesó no solo el profundo dolor que le causó la infidelidad de su esposo, sino también los momentos más oscuros que la llevaron a intentar quitarse la vida.

El dolor tras la traición

La мυerte de Octavio Ocaña en 2021 dejó una herida imborrable en su familia. Sin embargo, a casi tres años de su partida, Ana Lucía tuvo que enfrentar una nueva tragedia personal: descubrir que su esposo le era infiel. “Cuando descubrí su infidelidad yo lloraba por los rincones, mi hijo apenas iba para tres años de haber fallecido y no podía creer que me hubiera hecho esto si yo le había dado mi vida entera”, declaró la madre del actor, visiblemente afectada.

La noticia llegó en un momento especialmente delicado, cuando la familia se preparaba para conmemorar el tercer aniversario luctuoso de Octavio. El golpe emocional fue tan fuerte que Ana Lucía cayó en una profunda depresión, sintiéndose traicionada y sola.

Un intento desesperado

El dolor se volvió insoportable. Ana Lucía relató que, en un momento de desesperación, intentó quitarse la vida. “Me quise quitar la vida cuando supe de su infidelidad. Tomé media caja de pastillas para dormir y ya no me levanté. Me hicieron un lavado de estómago y me atendieron, pero a puntito estuve de ya no estar, pero mi hijo y Dios no quisieron que muriera”, confesó.

Este episodio la llevó al hospital en estado grave. Ana Lucía reconoce que fue un momento límite, pero que, gracias al apoyo de sus hijas, Bertha y Ana Leticia, y su fe, logró salir adelante. También destacó la importancia de buscar ayuda y no quedarse callada ante el dolor.

Violencia doméstica y manipulación

La revelación sobre la infidelidad fue apenas la punta del iceberg. Ana Lucía Ocaña también denunció episodios de violencia doméstica y manipulación que habría sufrido durante su matrimonio con Octavio Pérez. “El señor me hizo cosas muy feas, ha demostrado una cara que no es y llegó el momento en que yo estallé y dije: ‘Hasta aquí’. Decidí quitarle la máscara porque no podía vivir más bajo manipulación, machismo y narcisismo”, aseguró.

Según su testimonio, Octavio Pérez era un hombre violento y controlador. “Siempre ha sido violento, posee arma y una vez tiró un balazo y le pegó al Judas de la imagen de La última cena que tengo en casa. Siempre me maltrataba y me ofendía”, relató. Incluso, recordó cómo su hijo Octavio Ocaña la defendía cuando era niño: “Cuando Octavio creció, le decía a su papá que no me tocara porque si lo hacía se mataban entre los dos”.

Un proceso legal en marcha

Cansada de años de sufrimiento, Ana Lucía decidió poner fin a su matrimonio y actualmente enfrenta un proceso legal de divorcio. “Yo lo que estoy peleando es el divorcio junto con mi pensión, porque es mi derecho. Él, desde el inicio, me dijo que yo me iba a encargar de mis hijos y que él era el proveedor”, explicó.

Ana Lucía está asesorada por un abogado y confía en que la justicia le dará la razón tras 34 años de vida en común. “Me ha dicho que tenga paciencia porque el señor las lleva de perder, él se fue de la casa y me abandonó”, sentenció.

Un mensaje de esperanza

A pesar de todo el dolor vivido, Ana Lucía Ocaña quiso enviar un mensaje a todas las mujeres que atraviesan situaciones similares: “No están solas. Busquen ayuda, hablen, no permitan que el miedo o la vergüenza las silencien. Siempre hay una salida, aunque a veces parezca imposible”.

La historia de Ana Lucía ha conmovido a miles de personas en México, quienes han mostrado su apoyo a través de redes sociales. Su valentía al contar su verdad es un ejemplo de fortaleza y esperanza para quienes luchan cada día por una vida libre de violencia.