Manny Pacquiao enfrenta grandes preocupaciones por parte del hijo de Mike Tyson ante su regreso al boxeo

El legendario boxeador filipino Manny Pacquiao, de 46 años, ha encendido las alarmas en el mundo del boxeo tras anunciar oficialmente su regreso a los cuadriláteros. La noticia, que ha generado una ola de reacciones entre fanáticos y expertos, ha encontrado una voz de preocupación inesperada: Amir Tyson, el hijo mayor de Mike Tyson, quien sabe de primera mano los riesgos de un regreso tardío al boxeo profesional.

Un regreso que divide opiniones

Pacquiao, conocido mundialmente como “Pac Man”, se retiró del boxeo profesional en 2020 tras una derrota ante el cubano Yordenis Ugas. Muchos pensaron que esa sería la última vez que verían al campeón filipino en acción. Sin embargo, este año sorprendió a todos al confirmar que volverá al ring para enfrentar al mexicano Mario Barrios por el título mundial welter del Consejo Mundial de Boxeo (WBC).

El combate, que se espera sea uno de los más mediáticos del año, ha generado tanto emoción como preocupación. Pacquiao, quien ha sido una leyenda viviente del boxeo, buscará convertirse en el campeón mundial de 147 libras más longevo de la historia. Pero la realidad es que sus mejores años parecen haber quedado atrás.

La voz de la experiencia: el hijo de Tyson advierte sobre los riesgos

Amir Tyson, quien apoyó el regreso de su padre al boxeo a los 58 años, no pudo evitar recordar el triste desenlace de esa aventura. Mike Tyson, en su retorno, fue derrotado por el youtuber convertido en boxeador Jake Paul, en una pelea que dejó más dudas que respuestas y puso en evidencia los límites físicos de los grandes campeones cuando el tiempo pasa factura.

Ahora, Amir ha manifestado públicamente su preocupación por Pacquiao a través de sus redes sociales: “Realmente espero que Manny se mantenga firme y no salga lastimado. Si esto fuera en 2012, no tendría ninguna duda de que ganaría. Pero ahora no estoy seguro, ya veremos”.

La comparación no es menor. Mientras Mike Tyson enfrentó a un rival mucho menos experimentado, Pacquiao subirá al ring contra Mario Barrios, un campeón joven y en plenitud física. El riesgo es evidente y el temor de que el filipino sufra un desenlace similar al del legendario Tyson está latente entre los seguidores del boxeo.

Las dudas sobre el estado físico de Pacquiao

Las preocupaciones no solo provienen del entorno de Tyson. Muchos analistas han señalado que Pacquiao ya mostró signos de desgaste en su última exhibición ante Rukiya Anpo en 2024, donde tuvo dificultades para mantener el ritmo y la potencia que lo caracterizaban.

A sus 46 años, el reto de enfrentar a un campeón en su mejor momento representa una montaña difícil de escalar. Aunque la motivación y el espíritu de lucha de Pacquiao siguen intactos, la realidad física es otra. “El fuego, la determinación y las ganas de trabajar duro siguen ahí. Aún disfruto correr por las montañas. No todos los peleadores tienen este sentimiento. Esto es una bendición”, declaró Pacquiao recientemente.

Un regreso motivado por la pasión

Para Pacquiao, la pasión por el boxeo nunca se ha apagado. Incluso durante los años fuera del ring, el filipino continuó entrenando en su gimnasio personal y mantuvo viva la llama del deporte que le dio fama mundial. “He podido descansar mi cuerpo y eso ha sido bueno para mí. Ahora estoy de vuelta y emocionado de darles a los fanáticos una gran pelea”, afirmó.

El filipino reconoce el reto que representa Barrios, pero asegura que está dispuesto a exigirse al máximo en los entrenamientos para lograr la victoria. “Sé que Barrios está entrenando fuerte para defender su cinturón. Yo soy el retador, así que sé que tengo que esforzarme aún más para ganar la pelea. Ese es el objetivo”, concluyó.

El veredicto está en el aire

La expectativa por el regreso de Pacquiao es enorme, pero también lo es la preocupación por su salud y seguridad. ¿Será capaz el filipino de desafiar al tiempo y escribir una nueva página dorada en su carrera? ¿O terminará siendo una amarga despedida como la de Mike Tyson? Solo el tiempo y el ring darán la respuesta.

Lo cierto es que, gane o pierda, Manny Pacquiao ya es una leyenda del boxeo. Su nombre quedará grabado para siempre en la historia del deporte, pero todos esperan que este último capítulo no empañe el legado de uno de los más grandes pugilistas de todos los tiempos.