Mike Tyson cobró una fortuna en solo 91 segundos al noquear a Spinks

El 27 de junio de 1988 quedó marcado como uno de los días más gloriosos y rentables en la carrera del legendario Mike Tyson. En apenas 91 segundos, el entonces campeón unificado (WBA, WBC, IBF) demolió al invicto Michael Spinks, llevándose 22 millones de dólares, un récord absoluto en la historia del boxeo hasta ese momento.

🥊 “Once and For All”: el combate que lo cambió todo

Aquel combate, celebrado en el Trump Plaza de Atlantic City, fue promocionado como “Once and For All”, un evento único en su tipo: dos campeones mundiales invictos frente a frente por la supremacía indiscutible de los pesos pesados. Spinks, conocido por su técnica y por haber vencido a Larry Holmes, llegaba con gran respeto. Pero nada de eso importó una vez que Tyson pisó el ring.

Tyson, motivado y furioso tras tensos momentos en el vestidor —donde incluso golpeó las paredes por frustración—, entró al cuadrilátero sin música, solo acompañado por un ruido metálico inquietante. Lo que siguió fue una auténtica tormenta de poder.

En apenas 91 segundos, Tyson mandó a la lona a Spinks dos veces. El segundo golpe, una combinación brutal al cuerpo seguida de una derecha directa al rostro, terminó el combate de forma fulminante.

💸 Millones por minuto

El combate generó cerca de 70 millones de dólares en ingresos totales, entre taquilla, transmisiones televisivas y derechos internacionales. Mike Tyson recibió 22 millones de dólares por el combate, lo que equivalía a unos 242 mil dólares por segundo en el ring.

Por su parte, Michael Spinks tampoco salió con las manos vacías: su bolsa fue de 13.5 millones de dólares, convirtiéndose también en una de las mejores pagas de la época, a pesar de la derrota fulminante.

🌟 Noche de estrellas y expectativa mundial

La expectación fue tan alta que personalidades del mundo del espectáculo como Madonna, Jack Nicholson, Sylvester Stallone y Bruce Willis llenaron las primeras filas del recinto. Las entradas ringside alcanzaban hasta los 1500 dólares.

Fue la primera vez desde el legendario Ali vs Frazier en la que dos campeones invictos se enfrentaban por todos los títulos disponibles. Para muchos, este combate representaba la verdadera unificación del título de peso completo.

🥶 Fin del reinado: la sombra de Buster Douglas

Pero la gloria no duró para siempre. Apenas dos años después, en 1990, Mike Tyson fue sorprendido por el prácticamente desconocido Buster Douglas, quien lo derrotó por nocaut en el décimo asalto en una de las sorpresas más grandes en la historia del boxeo.

Douglas usó su jab de forma magistral para mantener a Tyson a distancia y, cuando encontró su momento, conectó una serie de golpes que terminaron con el invencible campeón en la lona, con el protector bucal fuera de su boca, sin poder levantarse.

🥇 Un legado inolvidable

A pesar de su caída posterior, la noche del 27 de junio de 1988 sigue siendo uno de los momentos más legendarios del boxeo. Tyson no solo demostró por qué era considerado una máquina de nocauts, sino que también cambió para siempre la economía y la manera de vender un evento de boxeo.