Shakira revela el “no” de Maná y cómo ese rechazo la llevó al éxito con Alejandro Sanz en ‘La Tortura’

Shakira, la superestrella colombiana que ha conquistado el mundo con su voz y su inconfundible estilo, sorprendió recientemente a sus fans al revelar una anécdota que marcó un antes y un después en su carrera. Durante una rueda de prensa en medio de su exitosa gira “Las mujeres ya no lloran”, la cantante recordó el rotundo “no” que recibió de la banda mexicana Maná cuando les propuso colaborar en el tema que después sería uno de sus mayores éxitos: “La Tortura”.

El rechazo de Maná: una puerta cerrada que abrió otra

Corría el año 2005 y Shakira buscaba innovar en la música latina. Su idea era arriesgada para la época: unir su voz con la de una de las bandas de rock más importantes de Latinoamérica en un reguetón, género que apenas comenzaba a ganar terreno fuera de Puerto Rico. Sin embargo, la respuesta de Maná fue contundente y sin rodeos. “Su respuesta fue: ‘Oh, no, no, no, no, no y no’. Los artistas iban en solitario. Y me acuerdo de que, cuando invité a Alejandro Sanz a hacer La Tortura, había invitado a Maná. Me dijeron: ‘Oh, qué… ¡wow! ¿De verdad?’. Me dijeron que no”, compartió Shakira entre risas.

En ese entonces, las colaboraciones musicales no eran tan comunes, especialmente en el ámbito latino. El rock y el reguetón parecían mundos opuestos y la idea de Shakira resultó, para muchos, demasiado arriesgada. “No era muy común en la música, menos en la escena latina. Era una cosa que estaba muy segregada a Puerto Rico”, explicó la cantante.

Alejandro Sanz: el acierto inesperado

La negativa de Maná, lejos de desanimar a Shakira, la llevó a buscar otra voz que pudiera acompañarla en su aventura musical. Fue así como pensó en Alejandro Sanz, el reconocido cantante español. “Cuando invito a Alejandro —que además fue un aciertazo—, no había colaboraciones. No era muy común en la música, menos en la escena latina”, recordó.

La colaboración con Sanz resultó ser un éxito rotundo. “La Tortura” no solo rompió récords en América Latina, sino que también le abrió a Shakira las puertas del mercado español y, por extensión, del público europeo. “No fue por eso, no fue para entrar a España, pero sirvió”, confesó. El tema se convirtió en un himno, y marcó el inicio de una larga y fructífera relación artística entre ambos cantantes.

Maná y Shakira: un reencuentro años después

El tiempo, sin embargo, cura heridas y abre nuevas oportunidades. Una década después de aquel rechazo, en 2015, fue la propia banda Maná la que invitó a Shakira a colaborar en un tema mucho más romántico y alejado del reguetón: “Mi verdad”. Esta canción, que fusiona el rock latino con la inconfundible voz de la barranquillera, fue un éxito en toda Hispanoamérica y demostró que, a veces, los caminos se cruzan cuando menos se espera.

Un nuevo capítulo junto a Alejandro Sanz

La historia entre Shakira y Alejandro Sanz no terminó con “La Tortura”. Recientemente, ambos artistas sorprendieron a sus seguidores con una nueva colaboración titulada “Bésame”, incluida en el último álbum de Sanz, “¿Y ahora qué?”. La química entre ambos sigue intacta, y su presentación sorpresa en Miami fue la prueba de que, veinte años después, siguen siendo una de las duplas más queridas y exitosas de la música en español.

“En ese momento, cuando invito a Alejandro, no había colaboraciones. No era muy común en la música, menos en la escena latina. Era una cosa que estaba muy segregada a Puerto Rico. E hicimos La tortura, que me acuerdo que tuvo mucho éxito en España. Pero en España todavía no sonaba el reguetón, había ciertos prejuicios con el reguetón. No fue por eso, no fue para entrar a España, pero sirvió”, reiteró Shakira.

Reflexión final

La anécdota de Shakira nos recuerda que, en la vida y en la música, los rechazos pueden convertirse en oportunidades inesperadas. Lo que comenzó como una negativa terminó abriéndole las puertas de Europa y consolidando una de las colaboraciones más icónicas de la música latina. Hoy, Shakira sigue rompiendo barreras y demostrando que el éxito muchas veces nace de la valentía de arriesgarse y de la capacidad de reinventarse.