Carlos Said y Claudia Martín revelan todo: romance secreto, boda y bebé en camino

Hoy les traemos una exclusiva que promete sacudir el mundo del espectáculo. Nuestro querido Luis Magaña tuvo el privilegio de sentarse con Claudia Martín y su esposo Carlos Said, quienes abrieron su corazón para compartir, con lujo de detalle, cómo realmente nació su amor, un romance muy distinto a lo que se ha especulado en los medios. Esta es nuestra silla de hoy.

La entrevista comienza en un ambiente relajado, con música de fondo que acompaña la conversación íntima. Claudia y Carlos confiesan que se llevan ocho años de diferencia, pero aseguran que esa brecha de edad nunca ha sido un obstáculo para ellos. “La verdad, yo no siento una diferencia de edad. De hecho, creo que la gente le dio más importancia que nosotros”, comenta Carlos, con una sonrisa. Él explica que desde niño siempre ha preferido relacionarse con personas mayores. “En el amor no hay edad”, afirma con convicción.

Pero, ¿cómo fue ese descubrimiento del amor entre ellos? Claudia relata que al principio, su acercamiento fue meramente profesional, como colegas. “Nunca fue de ligar, era más bien un colega al que quería escribir diario”, dice, recordando esos primeros días de amistad. Sin embargo, todo cambió el día que Carlos tuvo un gesto especial: “Un día llegué al llamado y había mencionado en mis redes que me gustaban las velas. De repente, una persona de producción se me acerca y me dice: ‘Hola, esto te lo trajo Carlos Said’, y era una vela enorme”. Ese detalle marcó el inicio de algo más profundo entre ellos, el momento en que ambos se dieron cuenta de que su relación había escalado a otro nivel. Desde entonces, comenzaron a salir y el romance floreció.

El compromiso formal llegó incluso más rápido que el enamoramiento. Claudia y Carlos cuentan que todo ocurrió en cuestión de días. “Nos enteramos un viernes y el lunes ya estábamos casados”, revela Carlos, con una naturalidad que sorprende. Él sabía perfectamente lo que quería en el amor, y Claudia fue clara desde el principio: “Yo quiero casarme, quiero ser mamá”. Carlos no dudó en responder: “Perfecto, yo también”. Lo más bonito, según ellos, es que no tienen que dar explicaciones a nadie. Su amor es suyo y de nadie más.

La propuesta de noviazgo también fue especial. Claudia recuerda que fue durante un viaje a Tepoztlán, en un hotel acogedor con el Tepozteco de fondo. “Fue ahí donde me preguntó si quería ser su novia, y obviamente le dije que sí”, narra Claudia, con emoción. El romance realmente comenzó a partir del segundo mes de grabación juntos, y dos meses después, vino la propuesta de matrimonio.

Carlos, fiel a sus tradiciones, organizó un viaje familiar a Oaxaca para pedir la mano de Claudia. “Para mí la tradición es muy importante, ir con mi suegro, pedir la mano de su hija, darle su lugar. Pedimos mariachi, cantaron ‘Amorcito Corazón’. Me arrodillé y le pedí su mano, y fuimos muy felices”. La boda civil ya se celebró, pero la religiosa está pendiente, programada para después del nacimiento del bebé y cuando sus agendas lo permitan. Primero viene el bebé y luego, cuando todo esté en orden, llegará la ceremonia religiosa.

La entrevista se torna aún más personal cuando Claudia expresa su preocupación por el tiempo. “No me está rindiendo el tiempo para tantas cosas. Ahora la gente se enamora y se casa tan rápido… Yo pasé tantos años”, reflexiona. Entre risas, atribuyen parte de la culpa a Ángela y N., y bromean sobre la vida en el gimnasio y la falta de tiempo. “Acuéstate más temprano, chica”, le aconsejan.

Sin querer, Carlos reveló el sexo del bebé que esperan. Es un varoncito, como lo dejó ver en sus redes sociales al escribir: “Aquí esperándote, papito, mi rey, con muchas ganas y comprando cositas”. El babero azul y los antojos de Claudia —sushi, mucha fruta fresca, coco y helado— también dejan entrever la felicidad y la emoción que viven en esta etapa.

Luis Magaña aprovecha para reflexionar sobre los romances que nacen de la ficción y se convierten en realidad, desmintiendo la idea de que estas historias no duran. “Es bonito que alimenten a los medios con historias como esta, porque sí, como la gran Yuri me lo dijo, se siente cuando se dan besos en la ficción y pueden pasar a tener un bebé en la vida real”. Recuerda otros casos famosos, como el de Giancarlos Canela y Gaby Espino, o Eduardo Santa Marina y Mayrín Villanueva, quienes negaron sus relaciones hasta que la realidad los alcanzó.

En tono humorístico, Luis agradece no haber terminado su carrera como actriz, porque habría tenido “como quince muchachos de quince actores diferentes”. “Me enamoro rapidito, tengo corazón de hotel”, bromea, celebrando el contacto humano y el amor genuino. Se alegra particularmente por Claudia, a quien describe como una mujer divina, que no teme a las críticas y sabe lo que quiere: “Cuando tenga este muchachito me voy a dedicar a él, como nos lo dijo. No le importa lo que digan”.

Sobre la diferencia de edad, Carlos está por cumplir 36 años este viernes. El año pasado celebró prácticamente soltera y sin bebé, en Madrid, una de sus ciudades favoritas. Este año será diferente: estará con esposo y bebé en camino, celebrando de una manera más tranquila y especial. Para los fans que preguntan por el regreso de Claudia a las telenovelas, no hay motivo de preocupación. Lo más probable es que se recupere rápidamente y retome su carrera como actriz. Luis la visualiza, junto a Carlos y su hijo, como una pareja tipo Angelique Boyer y Sebastián Rulli, destinada a triunfar juntos.

Antes de concluir, Luis hace un “disclaimer” importante. Recuerda que, aunque chat GPT y otros periodistas digitales a veces adelantan noticias sobre embarazos, hay que respetar los tiempos y la privacidad de las parejas. “Lo que le acaba de ocurrir a Vicente Fernández Junior con Mariana lo demuestra: ellos dijeron que darían la noticia cuando estuvieran listos. Un embarazo es algo importante y, durante las primeras semanas, puede ser riesgoso anunciarlo”. Por eso, recomienda esperar al momento adecuado para compartir la buena nueva.

La entrevista termina con una invitación a los espectadores: “Vengan conmigo, porque hoy les mostramos qué está pasando con el californiano y sus presentaciones”. La música vuelve a sonar, y el ambiente se llena de alegría y esperanza.

Así, la historia de Claudia Martín y Carlos Said se presenta como un ejemplo de amor auténtico, compromiso y felicidad. Un romance que desafía los prejuicios, las especulaciones y los tiempos modernos, recordándonos que, cuando hay amor verdadero, todo es posible.