Dayanara Torres y Lili Estefan sorprenden al revelar el secreto del encanto de los hombres “feos”

¿Qué está pasando con los feos? El inesperado encanto que conquista corazones y la verdad detrás del “Shrekking”

¿Alguna vez te has preguntado por qué los hombres que no encajan en los estándares clásicos de belleza logran conquistar a mujeres hermosas y seguras de sí mismas? La respuesta, aunque sorprendente, está más cerca de lo que imaginas y tiene nombre propio: “Shrekking”.

Imagina la escena: un hombre considerado “feo” entra a una sala donde hay cinco hombres guapos. Las miradas de las mujeres, por instinto, se posan primero en los apuestos. Sin embargo, ese hombre que no destaca por su físico encuentra la manera de captar la atención. ¿Cómo lo logra? Aquí es donde entra el fenómeno del Shrekking, una tendencia cada vez más comentada entre mujeres como nosotras, que encontramos atractivo en hombres que, tal vez, no sean los más agraciados.

Pero, ¿qué sucede después? El problema es que, incluso tras haber sucumbido a su encanto, estos hombres también pueden romperte el corazón. Puede ser una experiencia linda o no tanto, pero tarde o temprano miras atrás y te preguntas: “¿De verdad lloré por esto? ¿Por él?”

Para entender mejor este fenómeno, salimos a las calles de Nueva York a preguntar a la gente común, porque nadie sabe mejor que ellos: ¿qué tienen los feos que les falta a los guapos y que tanto atrae a las mujeres? Las respuestas, sinceras y espontáneas, revelaron secretos que tal vez nunca te habías planteado.

Muchos coincidieron en que los hombres “feos” son más atentos a los detalles y cuidan mejor a las mujeres. Saben lo que tienen y, por eso mismo, lo valoran más. No es que tengan algún tipo de complejo, sino que sienten la necesidad de esforzarse más para conquistar y mantener a la mujer a su lado. “No sé por qué, pero parece que valoran mucho más a las mujeres”, confesó una entrevistada.

En el mundo del espectáculo, Marc Anthony y Jay-Z fueron mencionados como ejemplos de artistas que, sin ser considerados tradicionalmente guapos, despiertan pasiones. “El artista más feo que me gusta es Jay-Z, el rapero de Brooklyn. ¿Por qué? Porque tiene carisma. Me encanta, es elegante y, claro, tiene dinero”, dijo una fan.

Otro hombre, entre risas, aseguró: “El perico que tenemos, por feo que sea, siempre se lleva a la mujer como debe ser. Y las cosas bonitas hay que dejarlas tranquilas, porque lo bonito se vende solo. Los feos, tenemos el verbo y la mentalidad para enamorar a una mujer que nos quiera”. Y es que, según muchos, los feos son grandes conversadores, encantadores, y tienen una labia que puede envolver a cualquiera en cuestión de segundos.

Algunas mujeres admitieron que, aunque el hombre no sea atractivo físicamente, puede ser “muy bonito por dentro”. “El hombre más feo que me fascina es Marc Anthony, porque es espléndido, cariñoso, afectuoso y, además, generoso con el dinero”, contó una seguidora. “Son amables, atentos y no dudan en gastar en su pareja. Tienen un encanto que vuelve locas a muchas mujeres”.

La clave, según varios entrevistados, es que los hombres menos agraciados suelen ser más habladores y persistentes. “Hay que tener perico”, bromeó una señora, haciendo referencia a la habilidad para conversar. “Si no puedes conseguir ni a uno feo ni a uno guapo, pues el feo es feo. Porque feo es feo”, añadió con humor.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con los estándares de belleza impuestos. “¿Puedo decir que Marc Anthony no es feo? No, mira, para mí no es feo. Es mi niño de oro”, defendió una mujer. “Todos dicen que sí, pero no. Además, Ryan, su hijo, es igualito a él y es hermoso”.

Lo cierto es que, mientras algunos hombres guapos se miran constantemente al espejo, conscientes de su atractivo, los feos suelen desarrollar otras cualidades: personalidad, carisma, sentido del humor y, sobre todo, la capacidad de hacer sentir especial a la mujer que está a su lado. “El problema de los guapos es que saben que son guapos, y ahí está el detalle. Pero, al final del día, cualquiera puede romperte el corazón”, reflexionó una entrevistada.

Y así, entre risas y confesiones, quedó claro que la belleza es solo una parte de la ecuación. “Feo, guapo, alto, bajo… Al final, todos pueden romperte el corazón. A mí me gustan los bajitos”, confesó otra mujer, desafiando los estereotipos.

En medio de la charla, el ambiente se relajó aún más cuando se mencionó el famoso “coquito”, una bebida tradicional puertorriqueña preparada con leche condensada, leche evaporada, Coco López y, por supuesto, ron. “Es un homenaje al colesterol”, bromearon, mientras compartían la bebida y reían juntos. “Cuando te dan leche condensada y evaporada, eso no es para dieta, eso es para el fin de semana”, afirmaron entre carcajadas.

La conversación se tornó aún más animada cuando Dayanara Torres trajo coquito para compartir. “Gracias, niña”, le agradecieron, mientras se aseguraban de guardar una botella para Raúl. “Yo no bebo, pero mil y cien”, bromearon, demostrando que, más allá de los temas serios, siempre hay espacio para la alegría y el compañerismo.

Así, entre reflexiones sobre el amor, el desamor y el encanto inesperado de los hombres “feos”, quedó claro que la verdadera belleza va mucho más allá de lo que muestran los espejos. La personalidad, la atención, la capacidad de hacer reír y sentirse especial, son cualidades que conquistan corazones y dejan huella.

Quizá, después de todo, lo que cuenta no es el rostro bonito, sino el alma y la actitud. Porque, como quedó demostrado en las calles de Nueva York y en las voces de quienes se atrevieron a hablar, el encanto no entiende de apariencias, y a veces el corazón elige lo que la vista no ve.