Un Hombre Fue Llamado Para Identificar el Cuerpo de Su Hija Después de un Accidente — Pero en el Momento en Que Levantó la Sábana, Gritó y Salió Corriendo

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Era una noche tormentosa en Mumbai, el cielo lloraba con lluvia como si estuviera de luto por algo invisible. El teléfono del señor Rajan no dejaba de sonar. Una voz fría y sin emoción llegó al auricular — era un policía:

—”Lamentamos informarle. Una joven ha estado involucrada en un grave accidente. La identificación encontrada en su cuerpo sugiere que podría ser su hija.
Por favor, diríjase a la morgue de la ciudad para confirmar el cadáver.”

El señor Rajan se quedó paralizado. Le temblaban las manos mientras detenía un taxi rumbo a la morgue. Su corazón latía con violencia — cada latido retumbaba como un trueno en su cabeza. Su única hija, Anaya, se había mudado apenas dos meses antes para comenzar su primer trabajo. Esa misma mañana la había llamado, emocionado de contarle que ya había recibido su primer sueldo.

La morgue estaba fría, el aire pesado con el olor a formol. Las luces fluorescentes parpadeaban débilmente en el techo. Sacaron una camilla, la figura estaba cubierta con una sábana blanca.

—“Por favor, prepárese,” susurró el técnico forense.

Rajan tragó saliva. Sus dedos temblaban mientras extendía la mano hacia la sábana. Lentamente, comenzó a descubrirla…

“¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!!!”

Un grito desgarrador brotó de lo más profundo de su garganta, resonando en los pasillos como un lamento salido del inframundo.

Se desplomó, cayendo de rodillas sobre el frío suelo de baldosas, luego se levantó de golpe y salió corriendo — como un hombre poseído.

Nadie pudo detenerlo.
La policía ni siquiera tuvo tiempo de hacerle preguntas.
Desapareció bajo el aguacero afuera — como si la noche misma se lo hubiese tragado.

Durante los tres días siguientes, la casa del señor Rajan permaneció cerrada. Los vecinos pensaban que se había encerrado, hundido en el dolor tras haber visto el cuerpo de su hija.

Pero al tercer día — un titular estalló en las noticias nacionales:

“HOMBRE DESAPARECE TRAS VISITAR LA MORGUE, APARECE MUERTO EN SU ÁTICO. DEJÓ SÍMBOLOS CRÍPTICOS Y MENSAJES ESCRITOS CON SANGRE:
‘¡ESA NO ES MI HIJA. ESA NO ES ANAYA!’”

La policía abrió una investigación.

El cuerpo en la morgue fue reexaminado. Las pruebas de ADN mostraron un 95% de coincidencia — casi segura, pero no definitiva.

Y luego se descubrió algo aún más inquietante:
Las grabaciones de CCTV de la morgue, tomadas el día que el señor Rajan acudió… no mostraban ninguna salida registrada de él del edificio.

Entonces… ¿quién fue la persona que los vecinos vieron regresar a su casa aquella noche?

¿Era realmente el señor Rajan el hombre que apareció colgado en el ático?

¿Y la joven bajo la sábana…

¿Era realmente Anaya?